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Días Naranjas: Por qué las 10 demandas de la Alianza de la Convención de Estambul (BIK) deben implementarse ahora

  • Foto del escritor: Daniela Hirt
    Daniela Hirt
  • hace 2 días
  • 3 Min. de lectura
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Los Días Naranja sirven como recordatorio anual de que la violencia contra las mujeres y los niños no es un fenómeno marginal, sino una violación masiva de los derechos humanos. Millones de mujeres en Alemania sufren violencia doméstica o sexual. Los niños, que siempre se ven afectados, a menudo sufren consecuencias de por vida. Pero si bien los edificios iluminados de naranja transmiten un mensaje visible (y esperanzador), persiste una pregunta crucial: ¿Está Alemania implementando plena y efectivamente el Convenio de Estambul, el marco europeo de protección más importante?


La Alianza de la Convención de Estambul , una coalición de organizaciones de derechos de las mujeres, asociaciones profesionales, académicos y grupos de defensa, no solo ha publicado un informe alternativo, sino que también ha formulado diez demandas fundamentales. Estas describen claramente los cambios necesarios para garantizar que las mujeres, las niñas y los niños finalmente reciban una protección efectiva.


1. Identificar claramente la violencia contra la mujer como una violación de los derechos humanos.

El gobierno alemán debe reconocer la violencia contra las mujeres y las niñas no como incidentes aislados, sino como un problema estructural y de derechos humanos. Esta es la base de una acción política coherente.

2. Una estrategia global vinculante del Gobierno Federal

Un mosaico de medidas individuales no basta. La alianza exige un plan de acción integral e interdepartamental: Justicia, salud, educación, política interior, política social y migración deben colaborar... de forma vinculante, a largo plazo y con garantías financieras.

3. Un organismo de coordinación estatal fuerte

El Convenio de Estambul lo exige explícitamente: un organismo central que coordine las medidas, garantice los estándares de calidad y transparente los avances a nivel nacional. Sin coordinación, no puede haber un cambio sostenible.

4. Recopilación de datos fiables y con perspectiva de género

¿Cuántas mujeres se ven afectadas? ¿Cuántos niños hay? ¿Dónde hay escasez de refugios? ¿Cuánto tiempo tardan las víctimas y los agresores en recibir asesoramiento y terapia? Sin datos fiables, la violencia permanece invisible y las respuestas políticas siguen siendo insuficientes.

5. Ampliación y salvaguardia de los servicios de protección y apoyo

Alemania cuenta con muy pocos refugios para mujeres, poca consejería especializada y muy pocos servicios orientados al trauma para las víctimas. La alianza exige:

  • más refugios,

  • Centros de asesoramiento disponibles las 24 horas,

  • servicios especializados para víctimas de violencia sexual,

  • Acceso seguro independientemente del ingreso, estado de residencia o lugar de residencia.

6. Financiación suficiente y sostenible

Muchos refugios para mujeres luchan por sobrevivir. Las organizaciones de apoyo no deberían tener que preocuparse por la financiación cada año. El Estado tiene el deber de proteger a las mujeres, y eso requiere presupuestos estables, personal adecuado y planificación a largo plazo.

7. Apoyo accesible y culturalmente sensible

Las personas con discapacidad, las mujeres migrantes, las mujeres refugiadas, las madres solteras, las personas queer o las mujeres mayores a menudo enfrentan obstáculos. Los servicios de apoyo deben diseñarse para que sean accesibles para todas las personas: lingüística, cultural, geográfica y económicamente.

8. Reconocer a los niños como un grupo de protección separado

Los niños no son simplemente "víctimas", sino víctimas de la violencia. Por lo tanto, la alianza exige:

  • refugios dedicados y asesoramiento especializado para niños,

  • Terapia de trauma,

  • Mejor cooperación entre los servicios para jóvenes, las escuelas, la policía y los tribunales.

La protección contra la violencia nunca debe limitarse a los adultos.

9. Fortalecer la prevención y la educación

La prevención de la violencia comienza en las escuelas, guarderías, clubes y en espacios públicos. Esto incluye:

  • Educación sobre la igualdad y la violencia,

  • Programas de prevención temprana de la violencia,

  • Trabajar con los perpetradores para prevenir nuevos ataques.

La prevención cuesta menos que la intervención, tanto financieramente como en términos de interacción humana.

10. Seguimiento independiente y desarrollo jurídico

El Estado debe rendir cuentas mediante un monitoreo independiente, la revisión de las leyes y sanciones efectivas por infracciones. Solo así se podrá medir honestamente la implementación del Convenio de Estambul.


El número de incidentes violentos va en aumento. También lo hacen las demandas en los albergues y centros de asesoramiento para mujeres. Las voces de las afectadas lo dejan claro: es una cuestión de vida o muerte.

Los Días Naranjas son un símbolo poderoso, pero no deben quedarse solo en eso. Proteger eficazmente a las mujeres y a los niños requiere decisiones políticas, cambios estructurales y una verdadera priorización del tema. En mi opinión,

La protección contra la violencia no es un lujo, sino un derecho humano. Si el gobierno alemán se toma en serio sus obligaciones en virtud del Convenio de Estambul, es necesario lo siguiente ahora:


  • una estrategia global,

  • financiación estable,

  • participación genuina de las partes interesadas

  • y una protección constante para las mujeres y los niños.


Los Días Naranja nos recuerdan: La violencia se puede evitar. La protección se puede lograr. El cambio es posible si lo exigimos con fuerza y con firmeza.











 
 
 

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